miércoles, 12 de febrero de 2014

De escenarios, esperas y te quiero.



MONÓLOGO.

Ya ves, decidí subirme sobre el escenario a esperarte. Me dije: Si se trata de sentir qué mejor lugar. Así que aquí estoy. Aquí mis miedos se convierten en cosquilleo y no me importa estar asustada ni temblar. Me siento agusto, viva, pletórica... y en mi vida, sobre el asfalto, todo parece que quema. Hasta los silencios arden.

Hoy piso las tablas y me tumbo sobre ellas a esperar que los focos se enciendan como si fueran estrellas. Te imagino a mi lado y me atrevo a esperar esa estrella fugaz que me permita decirte sin miedo, te quiero, aunque no exista contestación. Aquí los silencios se convierten en belleza, en música. Aquí los te quiero tienen eco cuando no hay público detrás.

Es raro ¿sabes?, pero me gusta como me siento cuando ese telón está a punto de abrirse. Compararlo con el amor puede resultar una locura, pero es lo más cerca que he estado de ser correspondida.

¿Alguna vez te has mirado en el espejo y te has sentido especial? Has dicho: ¡JODER, que guapo estoy hoy! Te has sonreído y has salido dispuesto a comerte el mundo... Pues bien, algo parecido se siente con los aplausos.

Que igual te estoy liando entre escenas, aplausos, focos y palabras que no llegan a ninguna parte, pero que si quieres encontrarme sólo te diré que este puede ser un buen lugar. 







Jara.

sábado, 12 de octubre de 2013

Microteatro.


 A: Me da pena.
 B: ¿ El qué?
 A: Como hemos acabado así, bueno mejor dicho como he acabado así. ¿Por qué es tan difícil? ¿Por qué es tan difícil continuar sin él? Sin sus sonrisas, sus miradas, sus tonterías...  No lo entiendo. Y todo es culpa mía, porque yo no he hecho más que cagarla una y otra vez con mis inseguridades, mis gilipolleces, mi victimismo, mis te necesito y te echo de menos...Cagándola una y otra vez, sin parar,como si fuera una experta.
B: Yo no lo veo así.
A: ¿ Y tú como lo ves? dime.
B: Era un gilipollas y  lo sabes. Alguien que nunca se preocupó por ti, que no te mandó un mensaje, que no te escuchó, que iba a su puta bola y sólo le importaba su fiesta, sus cogorzas y el mismo.
A: No era así.
B: Sabes que sí, que lo era, pero quererle te impide ver la realidad.Te has enganchado de una mentira. De alguien que vio algo en ti pero que nunca te demostró nada. Te sentiste cautivada por sus ojitos azules y la cagaste. Lo peor de todo que sigo sin entender por qué.
A: Si entendiéramos los por qué de todo lo que pasa no estaríamos aquí sentados pensando los pobrecitos que somos.
     ¿A ti que te pasa? Tampoco tienes buena cara.
B: Pues que te veo ahí echándote a perder y me pones negro. Eso me pasa. Que estoy harto de verte llorar por él, de tus mierdas de escritos por él, de que pienses en él...¡Joder! Espabila que no eres una niña de 15 años.
A: Vete
B: ¿Qué?
A: Que te vayas...

domingo, 19 de mayo de 2013

Escena




LENA: Imagínate una habitación todo lo alta que quieras pero tan estrecha como tus brazos estirados. Si pones los brazos en cruz puedes tocar las paredes.
LUCAS: ¿Para qué quieres que me imagine una habitación así?
LENA: Tú imagínatela. Cierra los ojos.
LUCAS: (cierra los ojos)
LENA: ¿Qué sientes?
LUCAS:  ¿Qué más hay en la habitación?
LENA: Nada. Está vacía. Las paredes son blancas.
LUCAS: ¿Una habitación con las paredes blancas? Muy original. Seguro que no es tuya.
LENA: Hablo en serio Lucas.
LUCAS: ¿Por qué no hay nada?
LENA: Por que la soledad es eso, vacío.
LUCAS: ¿Vacío blanco?
LENA: ¡Lucas! Vamos, ¿qué sientes?
LUCAS: Agobio.
LENA: ¿ Cómo saldrías de ahí?
LUCAS: Cierra tú los ojos. Imagínate en esa misma habitación. Abre los brazos.
LENA:(cierra los ojos)
LUCAS: ¿Qué sientes?
LENA: Inseguridad.
LUCAS: Ahora imagíname contigo en esa misma habitación. Abrázame. ¿Qué sientes?
LENA: (Sonríe.)
LUCAS: No estás sola Lena. Deja de pensar en habitaciones blancas.



lunes, 21 de enero de 2013

Tesoros.


TESOROS

ESCENA 1.

Media tarde. Un foco ilumina una habitación de una niña pequeña de unos seis años. Se ve en ella como un padre se divierte con su hija mientras juegan. Separado por una pared falsa y justo al lado hay una sala de estar y  una mujer sentada en una mesa escribiendo algo. Un sofá y una televisión. Una vela es la única iluminación en ese escenario hasta que se acabe la escena inicial.

ISAAC: El secreto está en la muñeca. Corre ve a buscarla, pero prométeme una cosa, no se lo puedes contar a nadie, ni si quiera a mamá.
ANI: (Corre hacia la muñeca, abre la cremallera y se queda sorprendida) Alaa... ¿Y si alguien lo descubre?
ISAAC: Tienes que guardarlo bien, como si fuera un tesoro.
ANI: ¿Cómo un tesoro pirata?
ISAAC: Bueno... He ejercido muchas profesiones a lo largo de mi vida, estará bien ser pirata esta vez.
ANI: ¡Que divertido! ¡Somos piratas! ¡Soy una pirata y tengo un tesoro! (da vueltas y vueltas sobre sí misma.)
ISAAC: Shhhh, que nos van a descubrir.
ANI: (Se para y se pone el dedo en la boca en señal de silencio y esconde la muñeca detrás de sí).
ISAAC: (Se ríe y coge a Ani) Me voy a trabajar pequeña, tú a dormir que ya es tarde.
ANI: Pero papá los piratas no duermen, tienen que custodiar los tesoros.
ISAAC: Que va... Los piratas son los que más duermen, esconden tanto sus tesoros que no tienen de que preocuparse...
ANI: (Se queda dubitativa, no acaba de creer lo que dice su padre, pero se acuesta). Por si acaso será mejor que ella también duerma conmigo (abraza la muñeca y la mete debajo de las sábanas con ella).
ISAAC: Hasta mañana piratilla. (Le da un beso en la frente, apaga la luz de la mesita y sale de la habitación.)

Se apaga el foco de ese escenario y se enciende otro al mismo tiempo iluminando la sala de estar. Magui sigue  escribiendo algo en un papel. Ella está de lado por lo que Isaac  entra por atrás donde se queda a su espalda leyendo lo que ella escribe sin que esta se de cuenta.  

ISAAC: Y ahora sólo puedo decir: Adiós amor, Adiós. (Leyendo en alto lo que Magui escribe)
MAGUI: (Se asusta y se levanta de inmediato). Que susto me has dado. Te he dicho mil veces que no me gusta que leas lo que escribo.
ISAAC: Parece una carta de despedida. ¿Me vas a abandonar?
MAGUI: Todo depende de cómo te portes esta noche.
ISAAC: Se me había olvidado decirte que tengo trabajo. Me iba ya.
MAGUI: ¿En serio?
ISAAC: Creo que sí.
MAGUI: ¿Qué es esta vez?
ISAAC: Sabes que llevamos tiempo con algo gordo y después de mucho investigar corriendo detrás de la verdad, entendí la teoría de Einstein y tengo que hablar con él
MAGUI: ¿Otra vez ese tío?
ISAAC: Ese tío es mi segundo jefe y nos guste o no trabajo para él.
MAGUI: Prométeme que volverás pronto.
ISAAC: No puedo hacerlo amor.
MAGUI: (le abraza fuerte) Te quiero.
ISAAC: Lo sé. Te llamaré en cuanto pueda. Lo prometo. Cuida de Ani.
MAGUI: Mañana es su cumpleaños.
ISAAC: Me he acordado. Le he dejado una cosilla en su muñeca. Ahora es una pirata custodiando un secreto que no puedes saber.
MAGUI: ¿Qué?
ISAAC: Jaja, nada cariño. Juegos nuestros. Espero llegar a tiempo mañana y te lo contamos.
MAGUI: Eso espero.

Se despiden dándose un beso e Isaac sale por la puerta de la derecha. Magui se queda recogiendo y sale por la otra puerta. Se cierra el telón.

ESCENA 2.
Mismos escenarios. Esta vez ambos iluminados. En la habitación seguimos viendo a Ani dormir. Llaman al timbre y Magui atándose una bata sale a abrir.

CORONEL: ¿La señora Strauss?
MAGUI: Si, soy yo.
CORONEL: Soy el Coronel…
MAGUI: Sé quién es, Einstein. ¿Qué ha pasado?
CORONEL: Es su marido. Ha fallecido anoche en una misión.
ANI: (que se ha levantado y hemos visto atravesar la sala mientras el coronel habla, está pijama y con la muñeca de la mano) Mamá, ¿qué pasa?


Continuará…


lunes, 31 de diciembre de 2012

Microteatro






ESCENA

En el fondo de un bar una chica toma un café sentada en una mesita redonda que hay en el centro. Un chico se acerca y se sienta a su lado. Le limpia una lágrima  y ella se aleja pero sin desprecio, simplemente por sorpresa. El foco los ilumina y oímos la conversación ya empezada...

LUCAS: ¿Estás segura que no nos conocemos de antes?
HANNA: No, no sé quién eres...
LUCAS: Te voy a contar una cosa, algo que  muy poca gente conoce pero  que creo que deberías saber. Soy contador de lágrimas. 
HANNA: ¿Contador de lágrimas?
LUCAS: Si. Hoy has derramado 1623.
HANNA: ¿Cómo lo sabes? Sólo llevas aquí 5 minutos.
LUCAS: Sentado aquí sí, pero como ya te digo te conozco de antes. Aún así eso no es lo que importa. Quiero decirte que has perdido un tiempo valioso, que podías haber sonreído 400 veces, has perdido 10 carcajadas...
HANNA: Perdona que te diga, pero ni sabes porque lloro ni eres quién para decirme lo que podía o no podía haber hecho.
LUCAS: Hanna, sé por qué lloras, sé porque estás aquí, se lo que sucede, pero quiero que sepas que lamentarte no te servirá de nada, que tienes que aprender a quererte, a disfrutar de lo que tienes...
HANNA: Esto es una broma ¿no?, ¿dónde está la cámara?
LUCAS: Los contadores de lágrimas no gastamos bromas, aunque pensándolo bien no nos vendría mal.
HANNA: Espera, ¿hay más como tú?
LUCAS: Hanna, cada uno de tus amigos es uno de ellos, quizás ni ellos lo sepan, pero están ahí cada vez que te sientes vacía, sola, cada vez que derramas lágrimas, ¿Y sabes qué? Les encantaría que les contagiaras con tu risa. Es preciosa
HANNA: (sonríe tímidamente) Y ¿quién eres tú?
LUCAS: El camarero de este bar.
HANNA: Lo siento, yo…
LUCAS: No te preocupes. Sólo vuelve a sonreír por favor. Al café invito yo.
HANNA: Gracias. 


Lucas se aleja hasta la barra y Hanna sigue sonriendo sin saber muy bien  qué es lo que acaba de suceder. 



Dedicada a Pistachita por ser la autora de la frase
y porque siempre regala sonrisas , 
y a Popi porque sin quererlo
me regaló a Lucas.  

lunes, 17 de diciembre de 2012

Escena sin título




ESCENA

   Habitación amplia.  Una cama de matrimonio, a la izquierda una mesilla y a la derecha un espejo de cuerpo entero. Una barra/colgadero con perchas vacías hace la función de armario. En frente a la derecha una puerta da al baño privado. En la izquierda otra puerta lleva al resto de la casa. Sara entra en la habitación con su maleta verde  con pegatinas. Laura le sigue entusiasmada.


SARA: Nunca había deseado tanto estar de vuelta.
LAURA: ¿Me vas a decir dónde has estado?
SARA: Si te lo dijera tendría que matarte hermanita.
LAURA: Oh, Sara la misteriosa ha vuelto. Que rollo.
SARA: (se ríe)
LAURA: ¿Algo interesante habrás hecho?, ¿Has conocido a alguien?
SARA: He estado en muchos sitios y en ninguno, he conocido a todos y a nadie. Espera (se acerca a la maleta y saca una foto) ¿A qué está bueno?
LAURA: ¡Joder!, ¿Quién es? Sabía que tenía que haber alguien.
SARA: Un tío del norte de Sicilia. Le hablé de ti. Quiere conocerte.
LAURA: ¿En serio?
SARA: No.
LAURA: ¡Cabrona!

Suena el teléfono. Sara lo mira sorprendida.

SARA: Será mejor que me dejes sola.
LAURA: Eres tan aburridaaaa. (Le tira la almohada y sale corriendo).


SARA: Te dije que no me llamaras. .... Sí, ya le enseñé la foto.... No, no ha dicho nada. ... ¡Oye! te dije que lo haría y voy a hacerlo ¿vale? No es fácil. ¡Es mi hermana! (cuelga y tira el teléfono sobre la cama)


Sara saca un vinilo de la maleta y lo pone en un antiguo tocadiscos que hay al lado de la ventana. Sube el volumen. Laura entra de nuevo en la habitación.

SARA: Estaría bien que aprendieras a llamar a la puerta.
LAURA: Estaría bien que me contaras de qué conoces a ese italiano.
SARA: Estaría bien que me contaras de qué lo conoces tú.
LAURA: ¿Cómo... cómo lo sabes?
SARA: Digamos que a tu querido Anthony se le fue un par de veces la lengua y eso me ha traído problemas. ¿Sabes por qué? Porque eres mi hermanita...
LAURA: ¿Anthony está bien?
SARA: Digamos que... NO.
LAURA: Sara no se qué te han contado pero...
SARA: (Saca una pistola de detrás del pantalón y apunta a Laura) Te diré lo que me han contado hermanita. Te diré que me contaron que tu querido italiano mató a Edu mientras mirabas. Que Anthony se encargó de interrogarlo de una forma un tanto... ¿cruel? Que le hizo cortes por todo el cuerpo, le rompió varios huesos y no con eso y aún consciente fue capaz de rajarle desde la garganta al estómago sin ninguna piedad.

Dime hermanita ¿No había otra forma más cruel? ¡Maldita sea! él no sabía nada. Sólo era mi novio, un novio que no tenía ni puta idea de la mierda en la que estaba metida. 

¿Cuándo dejaste de ser humana? No te creía capaz. ¿Sabes lo peor?, fuiste capaz de soltar una lágrima el día que me dijiste que  lo habíais encontrado muerto en su casa, que unos ladrones lo habían apuñalado, de abrazarme el día del funeral, de decirme: adelanta Sara eres fuerte.  

Pero ambas sabemos que siempre fuiste mala actriz por eso tu carrera acabó como acabó. Y que por suerte  el gilipollas del italiano se hizo ver en el funeral y mis hombres pudieron empezar a investigar

Te podría contar todo lo que me dijeron, pero ya da igual. Mejor te voy a contar otra cosa Laurita. Te voy a contar que era yo la que introducía droga en tu zona, que fui  yo quien avisó a la policía el día que pillaron a tu gente donde el negro. Que yo era la jefa de la banda el Arte y que el teatro siempre fue una puta tapadera. ¡Ah! y otra cosa: Cómo ya te dije antes si te contaba dónde había estado, tendría que matarte.

LAURA: Por favor Sara, soy tu hermana...
SARA: Haberlo pensando antes.


Sara sube el volumen de la música sin dejar de apuntar a Laura. Al instante se oye un disparo.